lunes, 20 de octubre de 2014

Educando en la autoestima

¡ Todo lo que necesitas, está dentro de ti !
La Autoestima es la imagen y percepción que tenemos de nosotros mismos. Se construye en los primeros años de vida y se trasmite de padres a hijos. 

Padres inseguros con problemas emocionales, educarán hijos inseguros y con problemas emocionales.
Padres felices ... ¡ Educarán niños felices !.

Para el programa "educando en la autoestima", trabajamos conjuntamente con padres e hijos, el objetivo es detectar las causas de la ausencia de la misma y aprender a superarlas.

Caso práctico.
Menor de 13 años, primero de la Eso, acude a consulta con sus padres. Pese a habérsele realizado plan de estudios, sigue desmotivado y desanimado porque no logra obtener buenas notas. Esta situación está afectando a su autoestima, lo que le lleva a estar constantemente comparándose con los demás.

A partir de los 12 años, cuando los menores tienen alguna alteración emocional, solemos trabajar con los cuentos de Jorge Bucay.

Uno de los cuentos, a continuación ...

¿COMO CRECER? 
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. 

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca. 

El rey preguntó: 
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. 

En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera que pueda". 

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona. Puedes disfrutarlo y florecer regando con tu propio amor, o puedes marchitarte en tu propia condena... 

Mary Llopis

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