"Vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro.
Siempre estoy frente a mi mismo y no soy consciente de ello"
Mi jefe es un orgulloso. Mi hijo es un desastre. Mi madre es cansina. Mi marido es un déspota...
¡Por Dios, que alguien pare mi mente!
La vida es un espejo. Vivimos constantemente proyectando sobre los demás nuestras sombras. La sombra es esa parte oculta que no nos gusta de nosotros mismos, y no somos capaces de ver. Cuanto más consciente seamos de ella, menos las manifestaremos y con más armonía viviremos.
La mejor forma de manifestarla es a través de las relaciones. Las personas que están a nuestro lado son nuestros mejores maestros, especialmente los niños. Aquello que juzgamos de los demás (Ego) es aquello que no nos gusta de nosotros y por eso nos molesta.
El mal y el bien es muy relativo. Lo importante es ser coherente. Lo que para mi es bueno, igual no lo sea para mi hermano.
A todos los papás, ¡Atentos! a las conductas que manifiesten vuestros pequeños. Las conductas que más os molesten, son las que tenéis que cambiar.
Vamos a empezar haciendo un poco de introspección. Cuando os salte la alarma, apuntad que conducta os ha molestado. Deteneos frente a esa persona y analizad la situación. Seguro que serenáis vuestra mente, y por tanto, el corazón.
Aprender a ver el espejo ... es un pasito más hacia la felicidad.
Sigamos caminando,
Mary Llopis.
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